Hemos celebrado la fiesta de la Ascensión en este año 2015. Todo fue muy bien. Cuantos tuvimos la suerte de participar en ella quedamos muy contentos y satisfechos. Hemos honrado a Jesucristo, nuestro Salvador. Creemos que Él también está contento y nos bendice.

Pero, sobre todo, hizo sentir a todos que merece la pena todo lo que se está haciendo, porque es un acto de fidelidad a nuestros mayores y porque es poner en práctica unos valores humanos y religiosos de fe, de solidaridad y generosidad, como legado noble y valioso para el futuro de nuestras familias y del pueblo mismo de Eransus.
El tiempo agradable y soleado acompañó la bendición de campos. Nos parecía que se estaba ya cumpliendo lo que pedíamos al Señor, al ver cómo estaban de buenos los sembrados.
Al final, el aperitivo, salado y dulce, y sazonado con buen vino y refrescos. Pero lo mejor, los saludos, los encuentros, hablar con unos y con otros en buena armonía; los que vivimos fuera del pueblo y los que viven en el pueblo y sienten la satisfacción de que ya hay iglesia para muchos años en Eransus.
Todos contentos y deseándonos salud, fe y entusiasmo para repetir la fiesta el año que viene, si Dios quiere.